lunes, 9 de agosto de 2010

La Necesidad de Ser Reconocido - Osho

¿Por qué siento que necesito tener aprobación y ser reconocido, especialmente en mi trabajo?

Se tiene que recordar que la necesidad de tener aprobación y ser reconocido es asunto de todos. La estructura de nuestra vida entera es tal que nos enseñan que a menos que haya un reconocimiento no somos nadie, no tenemos valor. El trabajo no es importante, sino el reconocimiento. Y esto está poniendo las cosas al revés. El trabajo debería ser importante… una alegría en sí mismo. Tú deberías trabajar, no para ser reconocido sino porque disfrutas siendo creativo; tú amas el trabajo en sí.

Ha habido muy pocas personas que han podido escaparse de la trampa en la que la sociedad te pone, como Vincent Van Gogh. Él siguió pintando, hambriento, sin casa, sin ropa, sin medicina, enfermo, pero siguió pintando. Ni un solo cuadro se vendía, no había reconocimiento de ninguna parte, pero lo extraño fue que en estas condiciones él seguía siendo feliz… feliz porque lo que él deseaba pintar lo había podido pintar. Con o sin reconocimiento, su trabajo intrínsicamente es valioso.

A la edad de treinta y tres años se había suicidado, no debido a ningún sufrimiento o angustia, no, sino simplemente porque había pintado su último cuadro, en el que había estado trabajando durante casi un año: Una puesta de sol. Lo intentó docenas de veces, pero no quedaba satisfecho y los destruía. Finalmente logró pintar la puesta de sol de la manera que había anhelado.

Se suicidó escribiendo una carta a su hermano, “No me estoy suicidando por desesperación. Me estoy suicidando porque ahora no tiene caso vivir; mi trabajo está terminado. Además, ha sido difícil encontrar la manera de ganarme la vida. Pero eso estuvo bien porque tenía algún trabajo por realizar, un potencial en mí necesitaba llegar a ser real. Éste ha florecido, así que ahora no tiene caso vivir como un mendigo".

“Hasta ahora ni siquiera había pensado en ello, ni siquiera lo había mirado. Pero ahora eso es lo único. He florecido a mi máximo; estoy satisfecho, y ahora seguir arrastrándome, encontrando la manera de ganarme la vida, parece ser simplemente estúpido. ¿Para qué? Así que no es un suicidio según mi parecer, sino sólo que que he llegado a mi realización, una parada total, y felizmente estoy dejando el mundo. Alegremente viví, alegremente estoy dejando el mundo".

Ahora, casi un siglo después, cada uno de sus cuadros vale millones de dólares. Hay solamente doscientos cuadros disponibles. Debe haber pintado miles, pero han sido destruidos; nadie se fijó en ellos.

Ahora tener un cuadro de Van Gogh significa que tienes un sentido estético. Su pintura te da un reconocimiento. El mundo nunca dio ningún reconocimiento a su trabajo, pero a él nunca le importó. Y esta debería ser la manera de ver las cosas.

Trabaja si lo amas. No pidas reconocimiento. Si viene, tómalo fácilmente; si no viene, no pienses en ello. Tu satisfacción debería estar en el trabajo en sí. Y si todos aprenden este arte simple de amar su trabajo, cualquiera que sea, gozando de él sin pedir ningún reconocimiento, tendríamos un mundo más hermoso para celebrar . Así como está, el mundo te ha atrapado en un patrón desdichado: Lo que estás haciendo no es bueno porque lo amas, porque lo haces a la perfección, sino porque el mundo lo reconoce, lo recompensa, te da medallas de oro, premios Nobel.

Se han llevado todo el valor intrínseco de la creatividad y han destruido a millones de personas, porque tú no puedes dar premios Nobel a millones de personas. Y has creado el deseo de reconocimiento en todos, así que nadie puede trabajar en paz, silenciosamente, gozando de lo que está haciendo. Y la vida consiste en cosas pequeñas. Para esas cosas pequeñas no hay recompensas, ni títulos otorgados por los gobiernos, ni grados honorarios dados por las universidades.

Uno de los grandes poetas de este siglo, Rabindranath Tagore, vivió en Bengala, India. Había publicado su poesía, sus novelas, en bengalí — pero ningún reconocimiento le llegó. Entonces tradujo un libro pequeño, Gitanjali, “Ofrenda de Canciones”, al inglés. Y estuvo consciente de que el original tiene una belleza que la traducción no tiene y no puede tener — porque estos dos idiomas, bengalí e inglés, tienen diferentes estructuras, diferentes formas de expresión.

El bengalí es muy dulce. Incluso si peleas, parece que estás involucrado en una conversación agradable. Es muy musical; cada palabra es musical. Esa cualidad no está en el inglés, y no se le puede traer; tiene diferentes cualidades. Pero de alguna manera él se las arregló para traducirlo, y la traducción — que es pobre comparada con el original — recibió el premio Nobel. Entonces de repente toda India se dió cuenta… El libro había estado disponible en bengalí, en otros idiomas hindúes durante años, y nadie se había dado cuenta de ello.

Todas las universidades deseaban darle un grado honorario (D. Litt). Calcuta, en donde él vivía, fue la primera universidad, obviamente, en ofrecerle este grado. Él lo rechazó. Dijo, “No me están dando un grado a mí; no le están dando un reconocimiento a mi trabajo, le están dando el reconocimiento al premio Nobel, porque el libro ha estado aquí de una manera mucho más hermosa, y nadie se ha molestado siquiera en escribir una evaluación”. Él rechazó aceptar cualquier D. Litt. Dijo, “Es para mí un insulto”.

Jean-Paul Sartre, uno de los grandes novelistas, y un hombre de enorme revelación en la psicología humana, rechazó el premio Nobel. Dijo, “He recibido suficiente recompensa mientras creaba mi trabajo. Un premio Nobel no puede agregarle nada; por el contrario, me hace retroceder. Es bueno para los aficionados que están en busca de reconocimiento; soy bastante mayor, y he gozado lo suficiente. He amado todo lo que he hecho. Esa fue mi propia recompensa, y no deseo ninguna otra recompensa, porque nada puede ser mejor que lo que ya he recibido”. Y tenía razón. Pero la gente correcta es poca en el mundo, y el mundo está lleno de gente incorrecta viviendo en trampas.

¿Por que deberías preocuparte por el reconocimiento? Preocuparse por el reconocimiento tiene un significado solamente si no amas tu trabajo; entonces es significativo, entonces parece ser un sustituto. Tú odias el trabajo, no te gusta, pero lo estás haciendo porque habrá reconocimiento; serás apreciado, aceptado. Más que pensar en el reconocimiento, reconsidera tu trabajo. ¿Lo amas?… entonces eso es todo. Si no lo amas, entonces ¡cámbialo!

Los padres, los profesores están reforzando siempre que deberías ser reconocido, que deberías ser aceptado. Ésta es una estrategia muy astuta para mantener a la gente bajo control.

Me decían repetidas veces en mi universidad, “Deberías dejar de hacer estas cosas… sigues haciendo preguntas que sabes perfectamente que no pueden ser contestadas, y que ponen al profesor en una situación embarazosa. Tienes que pararlo; sino, esta gente tomará venganza. Ellos tienen poder; te pueden reprobar”.

Dije: “No te preocupes por ello. Estoy gozando en este momento formulando preguntas y haciéndolos sentir ignorantes. No son suficientemente valientes para decir simplemente, ‘no lo sé’. Entonces no habría de qué avergonzarse. Pero desean pretender que lo saben todo. Lo estoy gozando; mi inteligencia se está agudizando. ¿A quién le importan los exámenes? Pueden reprobarme solamente cuando aparezco en los exámenes; ¿quién va a aparecer? Si tienen esa idea de que pueden reprobarme, no entraré a los exámenes, y permaneceré en la misma clase. Tendrán que pasarme simplemente por el miedo de que durante un año ¡tendrán que enfrentarme de nuevo!”.

Y todos me aprobaron, y me ayudaron a pasar, porque deseaban librarse de mí. Ante sus ojos también estaba destruyendo a otros estudiantes, porque otros estudiantes empezaron a cuestionar cosas que habían sido aceptadas por siglos sin ninguna duda.

Mientras estaba enseñando en la universidad, sucedió lo mismo desde un ángulo diferente. Ahora le hacía preguntas a los estudiantes para hacerles notar que todos los conocimientos que han recolectado son prestados, y que ellos no saben nada. Les dije que que no me interesaban sus grados, me interesaba su experiencia auténtica, y ellos no tienen ninguna. Están repitiendo simplemente libros que son anticuados; hace tiempo que han demostrado estar equivocados. Ahora las autoridades de la universidad me estaban amenazando: “Si continúas de este manera, acosando estudiantes, serás expulsado de la universidad”.

Dije, “Esto es extraño: era estudiante y no podía hacer preguntas a los profesores; ahora soy profesor ¡y no puedo hacer preguntas a los estudiantes! Entonces ¿qué función está cumpliendo esta universidad? Debería ser un lugar en donde se hacen preguntas, donde comienza la búsqueda. Las respuestas tienen que ser encontradas no en los libros sino en la vida y en la existencia”.

Dije: “Tú puedes expulsarme de la universidad, pero recuerda, estos mismos estudiantes, por los cuales me estás expulsando de la universidad, incendiarán la universidad entera”. Le dije al rector, “Deberías venir a ver mi clase”.

Él no podía creerlo: en mi clase había por lo menos doscientos estudiantes… y no había espacio, así que estaban sentados en el lugar que podían encontrar: en las ventanas, en el piso. Él dijo, “¿Qué está sucediendo?, porque tú tienes solamente diez estudiantes”.

Le dije, “Esta gente viene a escuchar. Abandonaron sus clases; les encanta estar aquí. Esta clase es un diálogo. Yo no soy superior a ellos, y no puedo rechazar a nadie que venga a mi clase. Si es mi estudiante o no, no importa; si viene a escucharme, es mi estudiante. De hecho deberías permitirme tener el auditorio. Estos salones de clase son demasiado pequeños para mí”.

Él dijo, “¿El auditorio? ¿Quieres decir que toda la universidad se reúna en el auditorio? ¿Entonces qué harán los otros profesores?”.

Dije, “Eso tienen que averiguarlo ellos. ¡Pueden ir a colgarse! Deberían haberlo hecho mucho antes. El ver que sus estudiantes no iban a escucharlos era indicación suficiente”.

Los profesores estaban enojados, las autoridades estaban enojadas. Finalmente tuvieron que darme el auditorio… pero con mucha renuencia, porque los estudiantes los estaban forzando. Pero ellos dijeron, “Esto es extraño, los estudiantes que no tienen nada que ver con filosofía, religión o psicología, ¿por qué tendrían que asistir?”.

Muchos estudiantes le dijeron al rector: “Nos encanta. Nunca supimos que la filosofía, la religión, la psicología pudieran ser tan interesantes, tan cautivadoras; de lo contrario nos habríamos inscrito. Pensábamos que eran materias aburridas; solamente gente muy intelectual se inscribe en estas materias. Nunca hemos visto a ninguna gente divertida inscribiéndose en esas materias. Pero este hombre ha hecho los temas tan significativos, que al parecer aunque falláramos en nuestras propias materias, no importa. Lo que estamos haciendo es tan correcto en sí mismo, y estamos tan claros en ello, que no hay por qué cambiarlo”.

Contra el reconocimiento, contra la aceptación, contra los grados… pero finalmente tuve que dejar la universidad, no debido a sus amenazas sino porque reconocí que si miles de estudiantes pueden ser ayudados por mí, era un desperdicio. Puedo ayudar a millones de personas afuera en el mundo. ¿Por qué debería permanecer atado a una pequeña universidad? El mundo entero puede ser mi universidad.

Y tú lo puedes ver: He sido condenado.

Ése es el único reconocimiento que he recibido.

He sido tergiversado de todas las maneras. Todo lo que puede ser dicho contra un hombre, se ha dicho contra mí; todo lo que se puede hacer contra un hombre, se ha hecho contra mí. ¿Piensas que esto es reconocimiento? Pero amo mi trabajo. Lo amo tanto que ni siquiera lo llamo trabajo; simplemente lo llamo mi alegría.

Y todos los que eran de cierta manera mayores que yo, muy reconocidos, me han dicho: “Lo que estás haciendo no te va a dar ninguna respetabilidad en el mundo”.

Pero dije: “Nunca la he pedido, y no veo lo que haré con la respetabilidad. No puedo comerla, no puedo beberla”.


Aprende una cosa básica: Haz lo que desees hacer, lo que ames hacer, y nunca pidas reconocimiento. Eso es mendigar. ¿Por qué debería uno pedir reconocimiento? ¿Por qué debería uno anhelar aceptación?

Mira profundamente dentro de ti. Quizás no te gusta lo que estás haciendo, quizás tienes miedo de estar en el camino equivocado. La aceptación te ayudará a sentir que estás en lo cierto. El reconocimiento te hará sentir que estás yendo hacia la meta correcta.

La pregunta es de tus propias sensaciones internas; no tiene nada que ver con el mundo exterior. ¿Y por qué depender de otros? Todas estas cosas dependen de los otros; tú mismo te estás volviendo dependiente.

No aceptaré ningún premio Nobel. Toda esta condenación de todas las naciones alrededor del mundo, de todas las religiones, es para mí más valiosa. Aceptar el premio Nobel significa que me estoy volviendo dependiente; ahora no estaré orgulloso de mí, sino orgulloso del premio Nobel. En este momento sólo puedo estar orgulloso de mí; no hay nada más de lo que pueda sentirme orgulloso.

De esta manera te conviertes en un individuo. Y ser un individuo viviendo en total libertad, parado en tus propios pies, bebiendo de tu propia fuente, es lo que hace al hombre realmente centrado, arraigado. Ése es el principio de su florecimiento supremo.

Esta supuesta gente reconocida, gente honrada, está llena de basura y nada más. Pero está llena de la basura con la cual la sociedad quiere que se llenen… y la sociedad los compensa dándoles recompensas.

Cualquier hombre que tenga algún sentido de su propia individualidad vive por su propio amor, por su propio trabajo, sin importarle en absoluto qué piensan los otros de él. Cuanto más valioso es tu trabajo, menor es la posibilidad de conseguir alguna respetabilidad por él. Y si tu trabajo es el trabajo de un genio entonces no vas a tener ningún respeto en tu vida. Serás condenado en tu vida… entonces, después de dos o tres siglos, se harán estatuas de ti, tus libros serán respetados,porque toma casi dos o tres siglos para la humanidad entender toda la inteligencia que un genio tiene el día de hoy. La brecha es vasta.

Al ser respetado por idiotas tienes que comportarte de acuerdo con sus maneras, con sus expectativas. Al ser respetado por esta humanidad enferma tienes que estar más enfermo que ellos. Entonces te respetarán. ¿Pero qué ganarás? Perderás tu alma y no ganarás nada.


Osho, Beyond Psychology, charla #32

El Cuerpo Energético - Osho

El segundo cuerpo,pranamaya kosha, te da una nueva libertad, te da más espacio. El segundo cuerpo es más grande que el primero; no está confinado a tu cuerpo físico. Está dentro del cuerpo físico y está fuera de él. Te rodea como un clima sutil, un aura de energía. Actualmente, en la Rusia Soviética han descubierto que se pueden tomar fotografías del cuerpo energético. Lo llaman bioplasma, pero exactamente quiere decir prana. La energía, el elan vital, o lo que los taoístas llaman chi, se puede fotografiar ahora. Ahora se ha vuelto casi científico.

En la Rusia Soviética se ha hecho un descubrimiento muy grande, y es el siguiente: antes de que tu cuerpo físico sufra alguna enfermedad, el cuerpo energético la sufre, seis meses antes. Después le ocurre al cuerpo físico. Si te va a dar tuberculosis o cáncer o cualquier otra enfermedad, tu cuerpo energético empieza a dar indicios de esto seis meses antes. Ningún reconocimiento, ningún análisis del cuerpo físico muestra nada, pero el cuerpo eléctrico empieza a mostrarlo. Primero aparece en el pranamaya kosha, luego entra en el annamaya kosha.

Así que ahora dicen que se ha hecho posible tratar a una persona antes de que caiga enferma. Una vez que llegue a ser así, entonces no habrá necesidad de que la humanidad enferme. Antes de que te des cuenta de que estás enfermo, tus fotografías con los métodos Kirlian mostrarán que alguna enfermedad le va a suceder a tu cuerpo físico. Puede ser prevenida en el pranamaya kosha.

Por eso el yoga insiste mucho en la pureza de la respiración. porque el pranamaya kosha está hecho de una energía sutil que viaja dentro de ti con la respiración. Si respiras adecuadamente, tu pranamaya kosha permanece saludable y total y vivo.

Una persona así nunca se siente cansada. Una persona así siempre está disponible para hacer algo. Una persona así siempre es receptiva, siempre está lista para responder al momento, lista para tomar el reto. Siempre está lista; nunca la encontrarás sin estar preparada para cualquier momento. No es que planee el futuro, no, pero tiene tanta energía que está lista para responder a cualquier cosa que suceda. Tiene energía en exceso.

La respiración natural tiene que ser entendida. Mira a los niños pequeños: respiran naturalmente. Por eso los niños pequeños están tan llenos de energía. Los padres están cansados, pero ellos no están cansados.

¿De dónde viene la energía? Viene del pranamaya kosha. Un niño respira naturalmente, y por supuesto inhala más prana, más chi, y lo acumula en su vientre. El vientre es el sitio en que se acumula la reserva. Mira a un niño: Esa es la forma correcta de respirar. Cuando un niño respira, su pecho no se afecta en absoluto. Su vientre va arriba y abajo. Respira como si lo hiciera desde el vientre. Todos los niños tienen un vientre pequeño; ese vientre está ahí a causa de su respiración y su reserva de energía.

Esa es la forma correcta de respirar; recuerda no usar mucho tu pecho. Algunas veces puede usarse: En casos de emergencia. Estás corriendo para salvar tu vida; entonces puede usarse el pecho. Es un mecanismo de emergencia. Entonces puedes usar una respiración rápida y poco profunda, y correr. Pero ordinariamente el pecho no debería usarse. Y algo para recordar: El pecho está destinado sólo para situaciones de emergencia porque es difícil en una situación de emergencia respirar con naturalidad, porque si respiras naturalmente te quedas tan calmado y callado que no puedes correr, no puedes pelear. Estás muy calmado y sereno, como un buda. Y en una situación de emergencia – la casa está en llamas – si respiras con naturalidad no podrás salvar nada. O un tigre salta sobre ti en un bosque y si tú sigues respirando naturalmente no te preocuparás; dirás “Está bien, dejémoslo hacer lo que quiera”. No podrás protegerte.

Así pues, la naturaleza te ha dado un mecanismo de defensa; el pecho es un mecanismo de defensa. Cuando un tigre te ataca, tienes que soltar la respiración natural y tienes que respirar desde el pecho. Entonces tendrás más capacidad para correr, pelear, para quemar rápido la energía. Y en una situación de emergencia sólo hay dos alternativas: huír o pelear. Ambas necesitan una energía poco profunda, pero intensa... poco profunda, pero en un estado muy alterado y tenso.

Si tú respiras continuamente desde el pecho, tendrás tensiones en tu mente. Si continuamente respiras desde el pecho, siempre tendrás miedo porque la respiración del pecho está destinada para existir sólo en situaciones de temor. Y si la has convertido en un hábito, entonces continuamente sentirás miedo, estarás tenso, siempre en conflicto. El enemigo no está ahí, pero tu imaginarás que el enemigo está ahí. Así es como se crea la paranoia.

Mira a un niño y ésa es la respiración natural; y respira de esa manera. Deja que tu vientre suba cuando inhalas, deja que tu vientre baje cuando exhalas. Y deja que suceda con tal ritmo que se convierta casi en una canción en tu energía, en una danza – con ritmo, con armonía – y te sentirás tan relajado, tan vivo, tan vital que no podrás imaginar que tal vitalidad sea posible”.

Viviendo Fuera del Círculo ...preguntas a Osho

Siempre siento que no soy digno de ser amado. Siento que esto hace que mantenga mi puerta cerrada y ahora mi corazón está sufriendo pero he olvidado en dónde está la puerta.


Éste es uno de los crímenes que se han cometido contra todos por todas partes en la sociedad humana: tú has sido condicionado y te han dicho continuamente que eres indigno.

Debido a este condicionamiento, la mayoría de la humanidad se ha dado por vencida incluso de desear cualquier aventura, cualquier peregrinaje a las estrellas; están muy convencidos de que son indignos. Sus padres les decían, “eres indigno". Sus profesores les decían, “eres indigno". Sus sacerdotes les decían, “eres indigno". Todos forzaban la idea en ellos de que eran indignos. Naturalmente, ellos aceptaron la idea.

Una vez que aceptas la idea de que eres indigno, naturalmente te cierras. No puedes creer que tienes alas, que el cielo entero te pertenece, que sólo tienes que abrir tus alas y el cielo va a ser tuyo, con todas sus estrellas.

No es cuestión de que en alguna parte te hayas olvidado de abrir una puerta. Tú no tienes ninguna puerta, tú no tienes ninguna pared. Este ser indigno es simplemente un concepto, una idea. Has sido hipnotizado por la idea.

Desde el mismo comienzo, todas las culturas, todas las sociedades han estado utilizando el hipnotismo para destruir a los individuos — su libertad, su unicidad, su genialidad — porque los intereses creados no están necesitando genios, no necesitan individuos únicos, no necesitan gente que ame la libertad. Están necesitando esclavos, y la única manera psicológica de crear esclavos es condicionar tu mente con la idea de que eres indigno, que no mereces nada; que incluso no mereces lo que tienes, que no deberías pedir nada más. Ya debes demasiado por las cosas que no mereces.

El hipnotismo es un proceso simple de repetición continua. Sólo sigue repitiendo cierta idea y se empieza a asentar dentro de ti, y se convierte en una pared gruesa, invisible. No hay puertas, ni ventanas; tampoco existe ninguna pared .

George Gurdjieff ha recordado su infancia... Él nació en el Cáucaso, una de las partes más primitivas del mundo. Sigue estando en la etapa donde estaba la humanidad cuando vivía de la cacería; incluso el cultivo no ha comenzado. La gente del Cáucaso son grandes cazadores y cualquier sociedad que vive de la cacería está destinada a ser una sociedad nómada. No puede construir casas, no puede construir ciudades, porque no es posible depender de los animales. Hoy están disponibles aquí, mañana no lo estarán. Ciertamente los matarás, y debido a tu presencia se escaparán; los matarán o escaparán.

Gurdjieff creció en una sociedad nómada, así que él venía casi de otro planeta. Sabía algunas cosas que nosotros hemos olvidado. Él recuerda que en su infancia los nómadas hipnotizaban a sus niños, porque no podían llevarlos con ellos contínuamente mientras cazaban. Tienen que dejarlos en alguna parte debajo de un árbol, en un lugar seguro. ¿Pero cuál es la garantía que esos niños permanecerán allí? Tienen que ser hipnotizados. Así que utilizaron una pequeña estrategia, y la han utilizado durante siglos.

Desde el principio cuando el niño es muy pequeño, harán que él se siente debajo de un árbol. Dibujarán un círculo alrededor del niño con un palillo y le dirán, “tú no puedes salir de este círculo; si te sales de él, morirás".

Ahora esos niños pequeños creen, igual que tú. ¿Por qué eres cristiano?... porque tus padres te lo dijeron. ¿Por qué ers hindú? ¿Por qué eres jaina? ¿Por qué eres musulmán?... porque tus padres te lo dijeron.

Esos niños creen que si salen del círculo morirán. Crecen con este condicionamiento. Puedes intentar persuadirlos: “Sal, te daré un dulce". No pueden, porque la muerte... Incluso a veces si intentan, sienten como si una pared invisible los estuviera previniendo, como si los empujara nuevamente dentro del círculo. Esa pared existe solamente en sus mentes; no hay pared, no hay nada. A menos que la persona que los ha puesto en el círculo venga y retire el círculo, saque al niño, el niño permanece dentro.

El niño sigue creciendo pero la idea permanece en el inconsciente. Así que incluso un anciano, si su padre dibuja un círculo alrededor de él, no puede salir. Así que no es tan sólo una cuestión del niño; el anciano también lleva todavía su niñez en su inconsciente. No es cuestión de un niño. El grupo entero de nómadas ha puesto a sus niños debajo de árboles cercanos, y todos los niños están sentandos allí durante todo el día. En el momento en que sus padres vuelven, se ha convertido en un condicionamiento tal que no importa lo que suceda, el niño no saldrá del círculo.

Exactamente la misma clase de círculos son dibujados a tu alrededor por tu sociedad. Por supuesto son más sofisticados. Tu religión no es más que un círculo, pero muy sofisticado; tu iglesia, tu templo, tu libro sagrado no es más que un círculo hipnótico.

Uno tiene que entender que está viviendo rodeado por muchos círculos que están sólo en su mente. No tienen una existencia real, pero funcionan casi como si fueran reales.

El que eres indigno es simplemente un condicionamiento. Nadie es indigno. La existencia no crea gente indigna. La existencia no es tonta. Si la existencia crea a tanta gente indigna, entonces toda la responsabilidad recae en la existencia. Entonces se puede concluir definitivamente que la existencia no es inteligente, que no hay inteligencia detrás de ella, que es un fenómeno materialista estúpido y accidental y no hay conciencia en él. Éste es todo nuestro combate, toda nuestra lucha: probar que la existencia es inteligente, que la existencia es inmensamente consciente.

Es la misma existencia la que crea a los Budas Gautama. No puede crear gente indigna. Tú no eres indigno. Así que no es cuestión de encontrar una puerta; sólo existe una comprensión de que el ser indigno es una idea falsa que te es impuesta por quienes quieren que seas un esclavo para toda tu vida.

Lo puedes abandonar en este momento. La existencia te da el mismo sol que al Buda Gautama, la misma luna que a Zarathustra, el mismo viento que a Mahavira, la misma lluvia que a Jesús. No establece diferencias, no tiene ninguna idea de discriminación. Para la existencia, el Buda Gautama, Zarathustra, Lao Tzu, Bodhidharma, Kabir, Nanak o tú son exactamente iguales. La única diferencia es que el Buda Gautama no aceptó la idea de ser indigno, él rechazó la idea.

Así que abandona la idea de ser indigno, es simplemente una idea. Y al abandonarla te encuentras bajo el cielo. No es cuestión de puertas; todo está abierto, todas las direcciones están abiertas. El hecho de que existes es prueba suficiente de que la existencia te necesita, te ama, te nutre, te respeta.

La idea de ser indigno es creada por los parásitos sociales. Abandona esa idea. Siéntete agradecido a la existencia... porque solamente crea gente que es digna, nunca crea algo sin valor. Solo crea gente que es necesitada.

Mi énfasis es que cada sanyasin debe respetarse y sentirse agradecido a la existencia por haber sido requerido para estar aquí en esta coyuntura de tiempo y espacio.


Osho, Beyond Enlightenment, Talk #31

sábado, 7 de agosto de 2010

El cambio es evolución



Estoy de acuerdo con lo que dice este anciano Hopi " El cambio es evolución y ha llegado la hora. Nada permanece igual. Debes aprender a plantar algo, esa es la primera conexión con la Madre Tierra, Debes tratar todas las cosas como Espíritu. Darte cuenta que somos una sola familia, "El Fin" es como la vida, no hay un fin de la vida...."

El sol se está manifestado, como ya lo hemos visto recientemente y esto durará hasta finales de diciembre del 2012 cuando termina la era del 5º sol según las profecías Mayas y se produzca la inversión de polos magnéticos como se explica en el post anterior.
Lo eseencial es la coneccion con nuestro Espíritu, con la Naturaleza, vivir el cambio como una extraordinario privilegio que nos ha tocado vivir.

Los tres días en que la Tierra permanezca quieta serán los más sagrados que haya vivido el hombre desde su creación. Tres días necesitó el maestro Jesús para convertir su carne mortal en cuerpo de luz, y ese mismo tiempo necesitará nuestra materia densa para vivir el proceso de resurrección, esta vez sin necesidad de haber tenido que pasar por la experiencia de la muerte. Al planeta de todas formas le corresponde ascender y situarse en la escala evolutiva como mundo de quinta dimensión.

Pero el proceso de ascensión de los humanos es asunto individual y de libre elección. Lo lograrán quienes para entonces hayan creado su propia zona nula, esto es: cero en miedos y reacciones emocionales. Y hayan hecho la inversión polar correspondiente, con la brújula interna calibrada según los valores del espíritu; y no con el norte apuntando a la búsqueda del poder, la fama y el dinero.

Con amor
Allu Antu

NOTICIAS DE LA ASCENSIÓN, por Hortensia Galvis

LA INVERSIÓN DE LOS POLOS MAGNÉTICOS

Para los científicos de nuestro tiempo la historia geológica de la Tierra es un libro abierto. Allí está escrito que en 4.5 millones de años la Tierra ha pasado, por lo menos catorce veces, por inversiones de sus polos magnéticos. Para llegar a estas conclusiones los científicos investigan las capas geológicas, donde existen sedimentos correspondientes a las distintas edades del planeta. Lo que antes fue lava, contiene todavía minerales que conservan su alineación magnética original, que puede medirse con la tecnología del radio carbono. Así se sabe que la última inversión de los polos magnéticos ocurrió en el año 13.200 AC, y se sospecha que esta fecha coincide con el hundimiento de la Atlántida.

Nuestro planeta alterna su polaridad cada vez que completa un ciclo, unas veces los polos magnéticos de la Tierra han estado alineados tal como nosotros los conocemos ahora, y en otros ciclos han estado invertidos. También la dirección, en la que rota la Tierra alrededor de su eje, ha cambiado de acuerdo a la orientación que hayan tenido los polos magnéticos.

El campo magnético de la Tierra se origina en el núcleo incandescente de hierro en el centro de la Tierra. La velocidad de rotación de este núcleo es variable, y según ésta se incremente o desacelere, los campos magnéticos se manifestarán con mayor o menor intensidad. A más velocidad en la rotación, corresponde un campo magnético más fuerte, y a menor velocidad de giro, un campo magnético más débil.

En el ciclo actual, el punto de máxima intensidad del campo magnético se alcanzó hace 2000 años, mientras que, en nuestros días, el campo magnético ha venido debilitándose. Y lo hace en progresión geométrica: mientras más rápido cae, con más velocidad sigue cayendo.

En una escala de 1 al 10, siendo 10 la medida de magnetismo más fuerte, en 1996 estábamos en 1.5 y ahora nos encontramos por debajo de 1. Este indicador nos muestra que estamos en la antesala de una inversión de los polos magnéticos, que, según los entendidos, puede ocurrir en cualquier momento. Cuando esto ocurra, el campo magnético, que antes nos protegía de la radiación solar y estelar también desaparecerá. Permaneceremos en un estado nulo de magnetismo por aproximadamente tres días y luego nuestro planeta comenzará a girar, pero en sentido contrario. Los polos se habrán invertido: el norte se habrá cambiado en sur, y el sur en norte. Hay que advertir que este cambio se da solo a niveles electro-magnéticos, y que no se trata de que la Tierra vaya a dar físicamente un bote de 180 grados.

Durante los tres días en que la Tierra permanezca inmóvil, la mitad del planeta quedará de cara al sol y tendrá un día muy largo, y la otra mitad observará una noche prolongada. Hay narraciones antiguas que relatan una experiencia similar, y que nos hacen sospechar que esta inversión polar se vivió en la Tierra en un tiempo más reciente al anteriormente anotado. La Biblia cuenta que Josué “mandó parar el sol”. También papiros del antiguo Egipto narran que una vez hubo un día muy largo en el que el sol salió primero por occidente y se ocultó por oriente, y luego, sin que mediara la noche, salió por oriente y se ocultó por occidente. Desde los antípodas en el Perú, se cuenta con el testimonio de los antiguos Incas, quienes por la misma época experimentaron una noche muy larga en la que “no hubo amanecer por más de veinte horas”.

Los tres días en que la Tierra permanezca quieta serán los más sagrados que haya vivido el hombre desde su creación. Tres días necesitó el maestro Jesús para convertir su carne mortal en cuerpo de luz, y ese mismo tiempo necesitará nuestra materia densa para vivir el proceso de resurrección, esta vez sin necesidad de haber tenido que pasar por la experiencia de la muerte. Al planeta de todas formas le corresponde ascender y situarse en la escala evolutiva como mundo de quinta dimensión. Pero el proceso de ascensión de los humanos es asunto individual y de libre elección. Lo lograrán quienes para entonces hayan creado su propia zona nula, esto es: cero en miedos y reacciones emocionales. Y hayan hecho la inversión polar correspondiente, con la brújula interna calibrada según los valores del espíritu; y no con el norte apuntando a la búsqueda del poder, la fama y el dinero.

viernes, 30 de julio de 2010

DIOS EXISTE

 ENTREVISTA RAFAEL LÓPEZ-GUERRERO



DIOS EXISTE - ENTREVISTA RAFAEL LÓPEZ-GUERRERO from ALISH on Vimeo.

Vision interior

Conferencias de Rafael López-Guerrero y Daniel Lumera
LA REALIDAD, TAL COMO LA ENTENDEMOS, NO EXISTE






Conferencia Rafael: 00'15"
Conferencia Daniel: 19'40"
DIÁLOGOS
¿Somos Luz? 41'05"
¿Qué es la conciencia? 47'50"
¿Existe el tiempo? 50'55"
¿El pasado y el futuro no existen? 1hr.02'25"
¿Cómo es el amor? 1hr.08'55"
Ser... ¿Y por qué humanos? 1hr.18'
¿Cómo serían los viajes en el tiempo? 1hr.32'40"
Heliosis, el Poder de nutrirse del Sol 1hr.46'20"

miércoles, 21 de julio de 2010


Desde el más profundo nigredo
emerge esta ofrenda a Tí Tz'ikin
Mi tesoro más preciado....
Te ofrezco la pureza de mi loto,
te ofrezco la inocencia,
y el amor de la entrega.

Vuela y tráeme la visión, la sabiduría,
la buena suerte y prosperidad.

Tú que hablas con los dioses
cuéntales que he cumplido...
pídeles que derramen su abundancia
sin fin.

Que nos preparen para los cambios,
que nos den la fuerza para volver a comenzar
este nuevo ciclo que se acerca tan veloz...
una vuelta más en la espiral,
un nuevo despertar.

otra vez aquí

En este día, velas puras para ti....
chocolate y ajonjolí.

Con amor

lunes, 19 de julio de 2010

Entra profundamente en el cuerpo.

Para entrar aún más profundamente en el cuerpo, practica la siguiente meditación. Diez o quince minutos de reloj deberían bastar.
ASEGÚRATE DE QUE NO HAYA DISTRACCIONES EXTERNAS, como teléfonos o personas, que puedan interrumpirte. Siéntate en una silla, pero sin apoyarte en el respaldo. Mantén la columna erguida. Eso te ayudará a estar alerta. Como alternativa, elige tu posición favorita de meditación. Mantén el cuerpo relajado. Cierra los ojos.

Realiza unas cuantas respiraciones. Siente que respiras hacia el bajo vientre. Observa cómo se expande y se contrae ligeramente con cada inspiración y espiración.
Después toma conciencia de todo el campo energético interno del cuerpo. No pienses en él; siéntelo. Al hacerlo, arrebatas conciencia a la mente. Si te sirve de ayuda, usa la visualización de la «luz» que he descrito anteriormente.

Cuando sientas claramente el cuerpo interno como un campo unificado, abandona, si te es posible, cualquier imagen visual y céntrate exclusivamente en la sensación. Si puedes, abandona también cualquier imagen que pueda quedarte del cuerpo físico. Lo único que te quedará es una sensación omniincluyente de presencia o «de Ser», y sentirás que el cuerpo interno no tiene límites.

A continuación ahonda con tu atención en esa sensación. Hazte uno con ella. Fúndete con el campo energético, de modo que desaparezca la percepción de dualidad entre el observador y lo observado, entre tú y tu cuerpo. Poco a poco se va disolviendo la distinción entre lo interno y lo externo, de modo que ya no queda cuerpo interno. Entrando profundamente en el cuerpo lo has trascendido.

Mantente en el reino del puro Ser el tiempo que te resulte cómodo; después vuelve a tomar conciencia del cuerpo físico, de tu respiración y de los sentidos físicos, y abre los ojos. Observa tu entorno durante unos minutos meditativamente —es decir, sin ponerle etiquetas mentales— y mientras tanto sigue sintiendo tu cuerpo interno.
Tener acceso al reino de lo informe es muy liberador. Te libera del vínculo con la forma y de la identificación con ella. Lo llamamos lo No Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser dentro de todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría e intensa vitalidad. Cuando estás presente, te haces en alguna medida a la luz, a la pura conciencia que emana de la Fuente. También te das cuenta de que la luz no está separada de quien eres, sino que constituye tu esencia misma.

Cuando tu conciencia se dirige hacia fuera, surgen la mente y el mundo. Cuando se dirige hacia dentro, alcanza su propia Fuente y regresa a casa, a lo No Manifestado.
Después, cuando vuelve al mundo manifestado, retomas la identidad en la forma a la que habías renunciado temporalmente. Tienes un nombre, un pasado, una situación de vida, un futuro. Pero ya no eres la misma persona que antes; un aspecto esencial ha cambiado porque has vislumbrado una realidad dentro de ti que «no es de este mundo», aunque tampoco está separada de él, del mismo modo que no está separada de ti.
Ésta debe ser tu práctica espiritual:

EN LOS QUEHACERES DE TU VIDA no concedas el ciento por ciento de tu atención al mundo externo y a la mente. Mantén parte de tu atención dentro.
Siente tu cuerpo interno mientras participas en tus actividades cotidianas, especialmente cuando te relacionas con otras personas o con la naturaleza. Siente la quietud en lo profundo de él. Mantén la puerta abierta.

Es muy posible ser consciente de lo No Manifestado a lo largo de la vida. Lo sientes como una profunda paz de fondo, una quietud que nunca te abandona, pase lo que pase fuera. Así te conviertes en un puente entre lo No Manifestado y lo manifestado, entre Dios y el mundo.
Este es el estado de conexión con la Fuente, que llamamos iluminación.

domingo, 18 de julio de 2010

Conecta con el cuerpo interno

CONECTA CON EL CUERPO INTERNO

Por favor, inténtalo ahora mismo. A lo largo de esta práctica quizá te resulte útil mantener los ojos cerrados, pero más adelante, cuando «estar en el cuerpo» sea algo fácil y natural, ya no será necesario.

DIRIGE TU ATENCIÓN AL CUERPO; siéntelo desde dentro. ¿Está vivo? ¿Hay vida en tus manos, brazos, piernas y pies, en tu abdomen, en tu pecho?

¿Puedes sentir el campo de energía sutil que impregna la totalidad del cuerpo y llena de vida vibrante cada órgano y cada célula? ¿Puedes sentirlo simultáneamente en todas partes de tu cuerpo como un campo de energía unificado?
Sigue concentrándote en las sensaciones de tu cuerpo interno durante unos momentos. No empieces a pensar en él. Siéntelo.

Cuanta más atención le concedas, más clara e intensa será la sensación. Sentirás como si cada célula estuviera más viva, y si tienes muy desarrollado el sentido visual, puede que recibas una imagen de tu cuerpo volviéndose luminoso. Esa imagen podrá ayudarte temporalmente, pero presta más atención a la sensación que a cualquier figuración que pueda surgir. Una imagen, por muy hermosa o intensa que sea, ya tiene una forma definida, y no te permite profundizar tanto como la sensació

sábado, 17 de julio de 2010

La realización de la conciencia pura.

Cuando observas la mente, retiras conciencia de las formas mentales, y esa conciencia se convierte en el observador o testigo. En consecuencia, el observador —conciencia pura más allá de la forma — se fortalece y las formaciones mentales se debilitan. Cuando hablamos de observar la mente estamos llevando a la esfera personal un evento de significa- do cósmico: a través de ti, la conciencia está despertando de su sueño de identificación con la forma y se está retirando de la forma. Esto presagia un suceso —y a la vez forma parte de él— que probablemente aún queda en un futuro lejano. Ese suceso es el fin del mundo.

PARA MANTENERSE PRESENTE EN LA VIDA COTIDIANA resulta útil estar profundamente arraigado en uno mismo porque, de lo contrario, la mente, que tiene una enorme inercia, te arrastra como la crecida de un río.

Mantenerte presente significa habitar tu cuerpo plenamente. Tener siempre parte de tu atención en el campo energético interno de tu cuerpo. Sentir el cuerpo por dentro, por así decirlo. La conciencia corporal te mantiene presente. Te ancla en el ahora.

El cuerpo que puedes ver y tocar no puede llevarte al Ser. Pero este cuerpo visible y tangible sólo es un caparazón externo o, más bien, una percepción limitada y distorsionada de una realidad más profunda. En tu estado natural de conexión con el Ser, esa realidad más profunda puede sentirse a cada momento como el cuerpo interno invisible, la presencia interna que te anima. Por tanto, «habitar el cuerpo» es sentirlo desde dentro, sentir la vida dentro del cuerpo y así llegar a saber que eres más allá de la forma externa.

Estarás desvinculado del Ser mientras tu mente consuma toda tu atención. Si te ocurre esto —y a la mayoría de la gente le sucede continuamente—, significa que no estás en tu cuerpo. La mente absorbe toda tu conciencia y la transforma en materia mental. No puedes dejar de pensar.

Para hacerte consciente del cuerpo, necesitas reorientar tu conciencia mental. Ésta es una de las tareas más esenciales del camino espiritual porque libera enormes cantidades de conciencia que habían quedado atrapadas en el pensamiento inútil y compulsivo. Una manera eficaz de hacerlo es retirar el foco de atención del pensamiento y dirigirlo hacia el cuerpo, donde, al principio, podremos sentir el Ser como un campo energético invisible que da vida a lo que percibimos como nuestro cuerpo físico.

viernes, 16 de julio de 2010

La belleza surge en la quietud de tu presencia

Se necesita presencia para tomar conciencia de la belleza, de la majestad, de la sacralidad de la naturaleza. ¿Has mirado alguna vez la infinitud del espacio en una noche clara, quedándote anonadado ante su absoluta quietud e inconcebible enormidad? ¿Has escuchado, realmente escuchado, el rumor de un arroyo de montaña en el bosque? ¿Y el sonido de un mirlo al atardecer un tranquilo día de verano?

Para tomar conciencia de este tipo de estímulos la mente tiene que estar serena. Tienes que abandonar momentáneamente tu equipaje personal de problemas, de pasado y de futuro, y todo tu conocimiento, porque, de no hacerlo, verás pero no verás y oirás pero no oirás. Tienes que estar totalmente presente.

MÁS ALLÁ DE LA BELLEZA DE LAS FORMAS EXTERNAS, hay otra cosa: algo innombrable, inefable, algo profundo, interno, la esencia sagrada. Donde y cuando quiera que encontramos algo bello, percibimos el brillo de esta esencia interna, que sólo se nos revela cuando estamos presentes.
¿Podría ocurrir que esta esencia innombrable y tu presencia fueran una única y misma cosa? ¿Estaría ahí si tú no estuvieras presente?
Profundiza en ello. Descúbrelo por ti mismo.

jueves, 15 de julio de 2010

El pasado no puede sobrevivir en tu presencia


Los desafíos del presente sacarán a la luz lo que necesites saber de tu pasado inconsciente. Si te sumerges en el pasado, se convertirá en un pozo sin rondo: siempre hay más. Puede que pienses que necesitas más tiempo para entender el pasado o para liberarte de él; en otras palabras, puede que pienses que el futuro acabará liberándote del pasado. Pero eso es una ilusión. Sólo el presente puede liberarte del pasado. Ahondar en el tiempo no puede liberarte del tiempo.

Accede al poder del ahora: esa es la clave. El poder del ahora no es más que el poder de tu presencia, tu conciencia liberada de las formas del pensamiento. Así que afronta el pasado desde el presente. Cuanta más atención concedes al pasado, más lo energetizas, y más probable es que te construyas una «identidad» con él.
Entiéndeme bien: la atención es esencial, pero no al pasado como pasado. Presta atención al presente; presta atención a tu comportamiento, a tus reacciones, estados de ánimo, pensamientos, emociones, miedos y deseos, tal como surgen en el presente. Ellos son el pasado en ti. Si puedes estar suficientemente presente como para observarlos, sin criticarlos ni analizarlos, sin juicio alguno, entonces estás afrontando el pasado y disolviéndolo con el poder de tu presencia.
No puedes encontrarte volviendo al pasado. Te encuentras viniendo al presente

miércoles, 14 de julio de 2010

Renuncia a la espera como estado mental.

Cuando te sorprendas cayendo en el estado de espera... sal de inmediato. Ven al momento presente. Simplemente sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar.
Así, la próxima vez que alguien te diga: «Siento haberte hecho esperar», puedes responder: «No te preocupes. No estaba esperando. Simplemente estaba aquí, disfrutando, contento de estar conmigo mismo.»

Éstas son algunas de las estrategias mentales para negar el momento presente que forman parte de nuestra inconsciencia ordinaria. Resulta fácil pasarlas por alto porque son parte de la vida cotidiana: el ruido de fondo del descontento perpetuo. Pero cuanto más te dediques a hacer un seguimiento de tu estado interno emocional y mental, antes sabrás que te has dejado atrapar en el pasado o en el futuro, es decir, en la inconsciencia, y más rápido despertarás del sueño del tiempo al presente.
Pero ten cuidado: el falso yo infeliz, basado en la identificación con la mente, vive en el tiempo. Él sabe perfectamente que el momento presente supone su muerte y se siente amenazado. Hará todo lo que pueda por sacarte del ahora. Intentará mantenerte atrapado en el tiempo.

En cierto sentido, el estado de presencia puede ser comparado a una espera. Se trata de un tipo de espera completamente distinto que requiere que estés plenamente alerta. Algo podría ocurrir en cualquier momento, y si no estás absolutamente alerta, absolutamente en calma, te lo vas a perder. En ese estado, toda tu atención está en el ahora. No te queda nada de atención para soñar despierto, pensar, recordar, anticipar. En esa espera no hay tensión ni miedo; sólo una presencia alerta. Estás presente con todo tu Ser, con cada célula de tu cuerpo.

En ese estado, el «tú» que tiene un pasado y un futuro, al que solemos dar el nombre de personalidad, apenas está presente. Sin embargo, no se pierde nada de valor. En esencia, sigues siendo tú mismo. De hecho, eres más plenamente tú mismo que nunca o, más bien, sólo ahora eres verdaderamente tú mismo.

Donde quiera que estés, mantente plenamente presente.

¿Estás estresado? ¿Estás tan agitado tratando de llegar al futuro que el presente queda reducido a un medio para alcanzarlo? Lo que causa tensión es estar «aquí» queriendo estar «allí», o estar en el presente queriendo estar en el futuro. Es una disyuntiva que te desgarra por dentro.

¿Te absorbe mucha atención el pasado? ¿Sueles hablar de él y pensar en él positiva o negativamente? ¿Piensas en los grandes logros que has alcanzado, en tus aventuras y experiencias, o en tu historial de víctima y en las cosas horribles que te sucedieron? ¿O quizá piensas en lo que tú hiciste a otra persona?

¿Qué crean tus pensamientos: culpa, orgullo, resentimiento, ira, lamentos, autocompasión...? Entonces, además de reforzar un falso sentido de identidad, estás ayudando a acelerar el proceso de envejecimiento de tu cuerpo produciendo una acumulación de pasado en tu psique. Verifícalo por ti mismo observando a las personas cercanas que tengan una fuerte tendencia a aferrarse al pasado.

HAZ MORIR EL PASADO CADA MOMENTO. NO lo necesitas. Refiérete a él sólo cuando sea absolutamente relevante para el presente. Siente el poder de este momento y la plenitud del Ser. Siente tu presencia. ¿Estás preocupado? ¿Sueles pensar mucho en «lo que pasaría si...»? Entonces estás identificado con tu mente, que se proyecta en una imaginaria situación futura y genera miedo. No hay modo de poder afrontar esa situación, porque no existe. Es un fantasma mental.
Sin embargo, puedes parar esa locura que corroe la salud y la vida volviendo a tomar conciencia del momento presente.

SIENTE TU RESPIRACIÓN. Siente el aire que fluye dentro y fuera de tu cuerpo. Siente tu campo de energía interna. Lo único que tienes que afrontar, con lo que tienes que lidiar en la vida real —en oposición a las proyecciones mentales imaginarias—, es este momento.

Pregúntate qué «problema» tienes ahora mismo, no el año próximo, mañana o dentro de cinco minutos. ¿Qué está mal en este momento?
Siempre puedes lidiar con el ahora, pero nunca podrás lidiar con el futuro, y tampoco tienes que hacerlo. La respuesta, la fuerza, la acción justa o el recurso estarán allí cuando los necesites, no antes ni después. ¿Estás acostumbrado a «esperar»? ¿Pasas buena parte de tu vida esperando? Para mí, «esperar a pequeña escala» es esperar en la cola de correos, en un atasco de tráfico, en el aeropuerto, esperar a que llegue alguien o hasta acabar un trabajo. «Esperar a gran escala» es esperar a las próximas vacaciones, a tener un trabajo mejor, a que crezcan los niños, a establecer una relación significativa, a triunfar, a hacer dinero, a ser importante, a iluminarte. Es bastante común que la gente se pase toda la vida esperando para empezar a vivir.

La espera es un estado mental. Significa básicamente que quieres el futuro y no quieres el presente. No quieres lo que tienes y quieres lo que no tienes. Cuando esperas estás creando un conflicto inconsciente entre tu aquí y ahora —el lugar donde no quieres estar— y el futuro proyectado —el lugar donde quieres estar—. Esto reduce mucho tu calidad de vida, obligándote a perder el presente.

Por ejemplo, mucha gente espera que le llegue la prosperidad, pero ésta no puede llegar en el futuro. Cuando honras, reconoces y aceptas plenamente tu realidad presente —dónde estás, quién eres y lo que estás haciendo ahora mismo—; cuando aceptas plenamente aquello de lo que dispones, entonces agradeces lo que tienes, agradeces lo que es, agradeces Ser. La verdadera prosperidad es sentirse agradecido por el momento presente y por la plenitud de la vida ahora mismo. No puede llegar en el futuro. Más adelante, con el tiempo, esa prosperidad se manifestará de diversas formas.

Si estás insatisfecho con lo que tienes, o incluso frustrado o enfadado por tus carencias actuales, eso puede motivarte a hacerte rico; pero, aunque acumules millones, seguirás sintiendo la carencia interna, y en el fondo continuarás estando insatisfecho. Puede que hayas tenido muchas experiencias interesantes de las que pueden comprarse con dinero, pero las experiencias van y vienen, y siempre te dejarán con una sensación de vacío, necesitado de nuevas gratificaciones físicas o psicológicas. No habitarás en el Ser, sintiendo la plenitud de la vida ahora, que es la única prosperidad verdadera.

sábado, 10 de julio de 2010

Disolución de la inconsciencia

Es fundamental que lleves más conciencia a tu vida en las situaciones ordinarias, cuando todo va relativamente bien. Así irá creciendo el poder de tu presencia, que genera en ti y a tu alrededor un campo de alta frecuencia vibratoria. Ninguna inconsciencia ni negatividad, ninguna discordia o violencia podrán entrar en ese campo y sobrevivir, del mismo modo que la oscuridad no puede sobrevivir en presencia de la luz.


Cuando aprendes a ser testigo de tus pensamientos y emociones, que es parte esencial del estar presente, te sorprende el ruido de fondo de la inconsciencia ordinaria y te das cuenta de que muy pocas veces te sientes verdaderamente cómodo contigo mismo, si es que te ocurre alguna vez.


A nivel mental, encontrarás abundantes resistencias en forma de juicios, descontento y proyecciones mentales que te alejan del ahora. A nivel emocional, notarás una corriente subterránea de incomodidad, tensión, aburrimiento o nervios. Todos estos contenidos son aspectos de la mente en su habitual modalidad de resistencia.


OBSERVA LOS DIVERSOS MODOS EN QUE LA INTRANQUILIDAD, el descontento y la tensión surgen en ti como consecuencia de juicios innecesarios, resistencias a lo que es y la negación del ahora. Lo inconsciente se disuelve cuando lo iluminas con la luz de la conciencia.

Cuando aprendas a disolver la inconsciencia ordinaria, la luz de tu propia presencia brillará con fulgor, y será más fácil afrontar la inconsciencia profunda cuando sientas su atracción magnética. Sin embargo, puede que la inconsciencia ordinaria no resulte fácil de detectar, porque es muy común.


ACOSTÚMBRATE A HACER UN SEGUIMIENTO DE TU ESTADO EMOCIONAL Y MENTAL mediante la autoobservación. Una buena pregunta que podrías plantearte frecuentemente es: «¿Estoy relajado en este momento?»

O también puedes indagar: «¿Qué está ocurriendo dentro de mí en este instante?»

Interésate al menos tanto por lo que ocurre dentro de ti como por lo que pasa fuera. Si consigues que lo de dentro esté bien, lo de fuera encajará en su lugar. La realidad primaria está dentro; la secundaria, fuera.


Y NO TE RESPONDAS A ESTAS PREGUNTAS INMEDIATAMENTE. Dirige tu atención hacia dentro. Mira dentro de ti. ¿Qué tipo de pensamientos está produciendo tu mente? ¿Qué sientes? Dirige tu atención al cuerpo. ¿Notas alguna tensión?

Cuando detectes cierto nivel de incomodidad, el ruido de fondo, observa cómo estás evitando, resistiéndote o negando la vida por negar el ahora.

Hay muchas maneras de resistirse inconscientemente al momento presente. Con la práctica aumentará tu poder de autoobservación, tu capacidad de hacer un seguimiento de tu estado interno.

Eckhart Tolle